LA GRAN LUCHA
Las personas que aún mojan sus genitales de la emoción por mirar un evento de la WWE me causan repelús. Empezando con el dueño de ésta página y su fanatismo copioso hacia Alberto del río, el luchador con el personaje más ridículo desde Eugene. Luego todos aquellos que aún creen en The Rock después de ser el peor anfitrión en el peor Wrestlemania de la historia. Pasando por los que todavía esperan el regreso de Jeff Hardy, los que disfrutan mirando Raw, y por los que luchan cibernéticamente por su WWE arquetípica.
Todo aquello que pretende sorprender o innovar dentro de la WWE, los últimos cuatro años, resulta ser malísimo. El ejemplo más claro es The Rock. El regreso de Chris Jericho fue horrible. Debió entrar en la lucha de Cm Punk e intercambiar algunos golpes, pero en lugar de eso entró sonriente para alegrar los corazones. Que no jodan. Kevin Nash y Triple H resultaron ser un fracaso en todo.
En el Royal Rumble del domingo creí que regresaría The Undertaker, pero en lugar de eso apareció Mick Foley haciéndola de bufón con el sin vergüenza de Santino. Ver semejantes acciones me recordaron el por qué decidí alejarme de esta empresa.
Únicamente hay un personaje que rescato de entre toda la pestilencia: Cm Punk. Sin discusión alguna.
La última gran lucha que disfrute fue esta:
El resto ha sido semejante a la gramática de los redactores de WWE en Vivo
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